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“Querido Lamine, mantente humilde”: por qué la generación de Lamine Yamal está obsesionada con vestir como un ‘gangster’

Al margen de las polémicas desatadas, la fiesta del jugador del Barça expone la tendencia, no menos controvertida, de replicar la estética de la mafia

Lamine Icon
Lucas Barquero

“En algún lugar entre las montañas, cuando el sol se pone y las sombras se alargan, los clanes se reúnen para rendir respeto a quien está destinado a dejar su huella en la historia”. El pasaje anterior podría pertenecer a la típica película de gangsters, pero no es el caso. Así es cómo empieza el vídeo con el que Lamine Yamal compartió en Instagram su controvertida fiesta de 18º cumpleaños el pasado domingo 13. En el reel no aparecía, evidentemente, ni rastro de los figurantes con enanismo que tanto revuelo han levantado después. Pero lo que sí se podía ver era a todos los invitados vestidos como si de una reunión de capos la mafia se tratase. Esta tendencia, no exenta tampoco de polémica, de idolatrar y replicar la imagen del gangster es lo que en redes se conoce como mob style o aesthetic.

Las obsesión por la mafia está presente en el hip hop y la música urbana con temas como Real Gangsta Love, de Trueno, en series como The Gentlemen o Peaky Blinders y tenía que estar, por tanto, en el cumpleaños del que es para muchos un ídolo de la generación Z. Por la voz en off que abre el vídeo se podría pensar que la temática de la fiesta era “mafia italiana”, pero en las imágenes posteriores no se ve exactamente eso: cadenas relucientes, timbas de póker, una tarta con pistolas y diamantes hasta en la sopa. Más que la mafia clásica, parecía una mezcla de todos los tipos de mafioso, viejos y nuevos, que han servido como referente de poderío masculino para los más jóvenes: del más clásico en El Padrino al más desquiciado en Scarface o al más ostentoso en Narcos. La clave era, en esencia, reafirmar ese poderío vistiéndose con las prendas más caras posibles, sin miedo a la ostentación.

El cumpleañero fue el primero, por supuesto, en llevar la premisa al extremo. Su look estaba formado por mocasines, pantalón acampanado y blazer blancos; anillos, pulseras y reloj de oro cuajados de diamantes, y la cadena que El Alfa le regaló con sus iniciales y los colores del Barça (valorada por él mismo en 400.000 dólares). Todo ello, coronado por un bastón cubierto de diamantes y sellado, de nuevo, con sus iniciales.

Esta estética es a la que Yamal se refería en posts posteriores como “Elegancia”. Y no solo él. El verano anterior ya se viralizaba en redes el look de la mob wife —esposa de mafioso—, que rompía con la imposición del lujo silencioso impuesta hasta el momento. Lentamente también se fue extendiendo hacia los hombres. El pasado enero, el portal digital The Industry.Fashion acuñó el término mob husband para describir las colecciones llenas de pieles y brillos del otoño/invierno 2025.

Pero este acercamiento al lujo sin miedo a la opulencia parece parte de una tendencia más amplia que, como se explicaba en un artículo publicado el pasado abril en ICON, también recibe el nombre de boom boom y nace tanto de la necesidad de reafirmar el estatus en tiempos de inestabilidad como de cierta euforia por lo políticamente incorrecto.

El cumpleaños de Lamine Yamal era una celebración de todo lo anterior, plagado de simbología mafiosa. En el vídeo, presentaba el festejo de su mayoría de edad casi como una parodia de un rito de iniciación y a los invitados como “los clanes”: por un lado el de los futbolistas —Lewandowski o Gavi— y por otro el de las estrellas de la música —Duki, Quevedo, Bad Gyal o Bizarrap—. En redes todo esto, sumado al resto de polémicas de la fiesta, no sentó nada bien y miles de usuarios intentaron hacérselo ver. Uno de los más rotundos fue el grafitero italiano TVboy, famoso por sus pintadas de temática social, que acababa de dedicarle un mural en Barcelona en el que se veía al futbolista vestido como Superman. “Querido Lamine. La mafia no es algo con lo que se puede jugar. La grandeza viene siempre con la humildad. Mantente humilde”, sentenciaba en su perfil.

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Sobre la firma

Lucas Barquero
Redactor de la revista ICON. Graduado en Cinematografía y Artes Audiovisuales por la URJC y Máster en Periodismo UAM-EL PAÍS.
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